Después de llevar algo más de un año disfrutando a tope con mi nueva montura (una e-bike) me dispongo a escribir este post, para aclarar algunos conceptos y contar los grandes beneficios que nos otorga.
Lo primero es aclarar lo que es una e-bike de montaña. Estoy bastante cansado de escuchar comentarios del tipo “Eso es como una moto”, “Así cualquiera”, “Casi no hay que dar pedales”, etc… Si hay quien piensa, que con este tipo de bicicletas no se realiza actividad física, se equivoca completamente y se deduce que no tiene idea de lo que dice, o simplemente le fastidia ver como alguien entrado en años o en baja forma física es capaz de hacer sus mismos recorridos o ponerlo en apuros en alguna subida dañándole su ego.
Las bicis conocidas como pedelec se basan en un motor eléctrico que apoya al ciclista siempre que se presionen los pedales; es decir, no existe un acelerador que permita mover la bici por si sola sin intervención humana. Simplificando, si el ciclista no da pedales, la bici ni siquiera inicia la marcha (excepto que estemos bajando, claro está). Y el nivel de ayuda lo decidimos nosotros, en función del esfuerzo que quieras realizar o de la duración o dureza de la ruta. Si la ruta es dura y larga, tienes que usar la ayuda mínima para que no se te agote la batería, y por lo tanto tu esfuerzo físico tiene que ser mayor. También hay que tener en cuenta que las e-bikes de montaña suelen pesar unos 10 kilos más que las convencionales, lo que viene a significar que con la ayuda mínima es como ir sobre una bici normal.
Otro detalle importante es la limitación legal en lo que se refiere a esa asistencia al pedaleo. La potencia del motor eléctrico no puede superar en ningún caso los 250 vatios (W) y dará asistencia siempre que la velocidad no exceda de los 25 km/h, instante en el que el motor deja de aportar su energía. En cualquier otro escenario ya no estaríamos hablando de una pedelec sino de un ciclomotor eléctrico, con todas las consideraciones legislativas pertinentes: licencia de conducción, seguro, etc…
Aclarado este punto hablemos de las ventajas para mi mas importantes.
1- Disfrutar mas y más tiempo de la bicicleta.
Los poseedores de una e-bike utilizan mucho mas la bicicleta tanto en recorridos más largos como en mayor frecuencia de lo que lo hacían con la bici convencional. Esa ruta que antes te asustaba por sus subidas tan duras, ahora la puedes disfrutar y llegar arriba sin que el corazón te salga por la boca. También disfrutarás más bajando, ya que no estarás tan cansado y los reflejos y la energía serán mayores. Es mas, al cabo de algún tiempo estarás limitado por la duración de la batería y no por la longitud o duración de la ruta. Eso pasa a un segundo plano.
2- Beneficia la salud más que una bici normal.
En la bicicleta de montaña sin ayuda, sometemos a nuestro corazón y a nuestros músculos a un alto grado de estrés y de agotamiento. Ya sé que a muchos (jóvenes, sobre todo) les gusta darse caña, sufrir en la bici, exprimir la patata, sentir las piernas doloridas y buscar sus límites entrenando muy duro. Eso está muy bien a unas edades (yo lo he hecho casi 20 años) o si la salud nos acompaña, pero con el tiempo y la edad puede llegar a ser peligroso.
Las e-bikes permiten que los ciclistas mas mayores o con problemas de salud, continúen realizando ejercicio físico.
Unos estudios noruegos (Fuente: ScienceNordic ) han demostrado que después de su uso, la frecuencia cardíaca de los ciclistas e-bike había promediado alrededor del 75% de su máximo. mejorando significativamente su condición física aeróbica, y los resultados mostraron una tendencia hacia menos grasa corporal en el grupo. También hubo mejoras en la presión arterial.
En definitiva, disfrutar durante más años de lo que nos gusta manteniéndonos saludables.
3- Efectos psicológicos positivos.
La bicicleta es el mejor antidepresivo que se conoce. Todos nos sentimos mejor después de realizar una ruta. Con una e-bike muchos recuperamos la ilusión por salir a montar en bici, sin necesidad de sentirse un atleta o un pro, y nos permite seguir activos durante muchos mas años.
4- Compartir la afición con más gente.
Creo que cuando se tiene una pasión resulta más que gratificante compartirla con alguien tan cercano como tu novia, tu compañero, tu esposa o sencillamente un amigo. Aunque sea ocasionalmente, no se trata de presionar a nadie para llevarle a un territorio en el que quizá no se sienta tan cómodo como nosotros. Para estos escarceos, la verdad es que la bicicleta eléctrica resulta ideal. Neutraliza cualquier diferencia de forma física y permite disfrutar en sintonía de momentos que de otra manera resultaría imposible.
El crecimiento de las bicis eléctricas es imparable y su presencia en los montes es cada día mayor. A muchos, jóvenes o no tan jóvenes que nos gusta el MTB y la montaña hemos encontrado en las e-bikes una manera de volver a disfrutar de lo que mas nos gusta.
“En el ciclismo de montaña no todo tiene que ser sufrir…..”
Pd: Dedicado a todos mis amigos puristas, pros y sufridores, a los que pasarse a una e-bike significa degradarse o sentirse muy mayores. No saben lo que se pierden.
4 comentarios:
Totalmente de acuerdo con tus comentarios, yo que he sido un gran sufridor admiro estas bicis, la pena es no haberlas tenido antes...
Lo has clavado. Es totalmente real lo que de forma tan clara y concisa has escrito, esas son las conclusiones que yo he sacado con tan solo dos salidas de 60 km que he realizado con mi reciente ebike
Si me permites, añadiría que hay otra ventaja, el ser capaz de subir por rampas trialeras que con una bicicleta normal nunca te hubieses planteado subir.
Un saludo
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